Pero ni eso lo está librando de las amenazas de los escuadrones de la muerte, los grupos “ligados a estructuras estatales por participación activa o por tolerancia” que alcanzaron un control de tal naturaleza que sobrepasó los niveles de fenómeno aislado “para convertirse en instrumento de terror y de práctica sistemática de eliminación física de opositores políticos”, dirá el informe de la Comisión de la Verdad cuando termine la guerra. A Monseñor Romero, de hecho, lo asesinará un escuadrón de la muerte, el encabezado por Roberto d’Aubuisson, un siniestro personaje a quien tres décadas después todavía cientos de miles de salvadoreños le rendirán pleitesía con su voto. ¿Se puede idolatrar a la persona que mandó asesinar a un Nobel de la Paz en potencia? En El Salvador... (Este relato puede leerlo completo pulsando aquí)
Fotografía: Roberto Valencia |
Le falto un poco de carnita.... pero esta bien.
ResponderEliminar"¿Se puede idolatrar a la persona que mandó asesinar a un Nobel de la Paz en potencia? En El Salvador sí."
ResponderEliminarTambién en otros lados, pero no sé si esa sea la condición más destacable para esa pregunta... pero está bueno el post.
Y ese silencio se tornará eterno....
ResponderEliminarromero fue responsable de muchas muertes indirectamente aqui en nuestro pais, no estoy de acuerdo como le mataron, ni con la forma de pensar que tenia, por eso su santidad juan pablo II le advirtio en publico y en privado.
ResponderEliminarpero en fin que dios en gloria le tenga y le sean perdonados sus pecados, que de seguro son menos que los de muchos hoy.
y que la izquierda deje de martirizarlo por conveniencia.
"no estoy de acuerdo como le mataron" Vaya...! Quizá el Sr. Carballo habría sido mas creativo.
ResponderEliminarVíctor Calderón