La conciencia colectiva del mundo occidental aprecia a las hormigas. Las creemos laboriosas incansables solidarias tenaces hacendosas. El refranero las adora: “Llevando cada camino un grano, abastece la hormiga su granero para todo el año” o “Camina más una hormiga que un buey echado”. La Hormiga Atómica y Ferdy dejaron huella, al menos en mi generación, y el cine, ese moldeador universal de filias y fobias, las ha tratado bien: ante la rotundidad de Tiburón, Piraña o Anaconda, las simpáticas hormigas protagonizan Antz y Bichos; pocos podrían recordar el título de una película en la que son amenaza. Salvo los delfines, pocos animales gozan de tan buena reputación.
El culmen de la estima quizá lo represente la fábula La cigarra y la hormiga. Dice así: haragana y despreocupada por naturaleza, cantando la cigarra pasó el verano entero. Previsora y laboriosa, la hormiga acumuló provisiones. Al llegar el frío invierno –en el Trópico no siempre lo es–, la cigarra viose desposeída del precioso sustento y fue con mil expresiones de atención y respeto a pedir ayuda a la hormiga, que se la negó con profunda soberbia: ¿con que cantabas cuando yo andaba al remo? Pues ahora, que yo como, baila.
Moraleja: la vida loca tiene un precio.
De alguna manera, el Centro Juventud quiere convertir cigarras en hormigas.
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| Ilustración: Internet |
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(Este es un fragmento de una larga crónica publicada en Sala Negra de El Faro el 15 de octubre de 2012, bajo el título "Hormigas en el Centro Juventud")
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Solamene como curiosidades. El checo Ondřej Sekora es el creador del personaje de la hormiga Ferdy, cuyo nombre original es Ferda Mrávenec. Es de los años 30 del siglo XX. El personaje original de esos años no era pensado para adultos y representaba a un proletario golpeado por las duras relaciones alimentarias que existen entre los insectos; una crítica al capitalismo. Sekora era un comunista hasta la médula, por lo tanto un heroe nacional en Checoslovaquia. Las versiones cinematográficas son versiones sauvizadas para los niños y se crearon ya establecido el comunismo. El cine animado checo tinia una gran tradición. Otros personajes checos infantiles famosos son el Topo, o Krtek en checo, El Gato y el Perro de Josef y Karel Čapek, Křemílek y Vochomůrka, el bandido Rumcajs.
ResponderEliminarSe te olvidaron las populares tortugas marinas que a algunos les irritan mucho. Mauro Arias