sábado, 6 de marzo de 2010

Fumata blanca por el dengue

El dengue regresó a El Salvador. Aunque lo correcto sería decir que nunca se fue, porque la enfermedad es endémica en este país diminuto, tropical y superpoblado. Regresó hace unas semanas a las estadísticas oficiales, regresó hace unos días a los titulares de los medios de comunicación, y regresó hoy a esta comunidad ubicada en San Salvador llamada La Pedrera I en forma de una humareda espesa y blanca.

La Pedrera I es un parche de marginalidad en medio de la exclusiva colonia Escalón. Poco más de 150 casas a menos de un kilómetro de la Torre Futura, el edificio más moderno de la ciudad. Tienen luz y agua potable, y las casas son en su mayoría de bloque con techos de lámina. Pero en esencia es una comunidad como casi todas: laberíntica y con pasajes estrechos llenos de desechos.

Hoy es 2 de marzo, pero en La Pedrera I parece agosto. No lo digo por las lluvias –desde hace meses no cae una gota–, sino por las fumatas que salen de las casas y de los pasajes. Están fumigando en plena estación seca. Francisco Esquivel es el síndico de la asociación comunal, y se está encargando de guiar a los empleados de la alcaldía que llevan los termonebulizadores, las bombas que producen la fumata blanca en cada casa que permite el ingreso a los extraños, que no son todas. La humareda no es más que diésel mezclado con insectizada. El olor es fuerte, pero dicen que no representa peligro alguno para el ser humano.

―Yo tengo una perra y un perro, y la perrita tuvo hijos –me responde Alejandra sin haberle preguntado.

Alejandra tiene 7 años y pocos dientes, y es la menor de las tres amigas que desde el inicio de la fumigación siguen a la ruidosa comitiva por el laberinto. Al poco, las tres corren y desaparecen.


Fumigar es una medida que está en las antípodas de la prevención. Cuando se fumiga, si se hace bien, se logra matar a los zancudos. Las larvas no mueren, y en 15 días, si no se eliminan los criaderos –el agua estancada en las canaletas, las llantas o las macetas–, el área fumigada volverá a estar llena de zancudos. Esta es la primera crisis sanitaria que afronta el Gobierno de Mauricio Funes, y le ha apostado a la espectacularidad que garantizan las campañas de fumigación.

Los termonebulizadores continúan en La Pedrera I vomitando ruidosamente el veneno dentro de las casas, y la humareda escapa blanca y espesa por las ventanas y la puerta antes de desvanecerse para siempre en el aire. Tras más de una hora, llegan a la casa 44. Aquí vive Alejandra. Está arrodillada a unos metros de la fumata que sale de su vivienda y tiene delante una caja de plástico translúcido cubierta por un trapo verde. Adentro hay tres cachorros minúsculos, la descendencia de Mariposa y Roco. Nacieron cuatro hace diez días, pero uno murió.

―Están tiernitos –dice Alejandra.

Mariposa, una perra de pelaje ondulado y blanco con grandes manchas negras, me ladra y trata de morderme. Protege lo suyo. Alejandra ríe. Se levanta con la caja en brazos y se aleja.


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(Esta es una versión modificada de una crónica publicada en elmundo.es el 3 de marzo de 2010)

3 comentarios:

  1. La triste verdad es que lo que dice este post es una muestra mas de los contrastes que hay en paises como los nuestros, ya que mientras se construye un suntuoso edificio a unos metros hay familias que viven en malas condiciones.

    En cuanto al dengue pues si, nuestro pais es pequeñom y si sumamos a eso lo sobre poblado que esta obtenemos un mal resultado, pero todo es siempre por lo mismo:

    No importando que tan pobre y miserable sea la gente ¡NADIE DEJA DE TENER HIJOS IRRESPONSABLEMENTE!!!!

    ¡QUE RABIA ME DA!!!!

    hey te invito a ver mi blog de analisis:

    http://boulevardrarezas.blogspot.com

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  2. Creo que la palabra endémica no esta bien utilizada. Una especie endémica es de origen de un limitado espacio geográfico, como los pinzones o las tortugas de las Galapagos. El dengue, ahora existente en todo el mundo tropical, no es de de América, sino que de Asia. El zancudo que lo transmite, el Aedes aegypti, es del viejo mundo y fue introducido en barcos.

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  3. Estimado Mauro Arias

    Gracias por leer esto, me honras.
    Te explico el uso que hice de la palabra "endémica", que tiene una acepción adicional a la que tú bien señalas. Endémico es el adjetivo que hace referencia a la endemia, algo que la RAE define como la "enfermedad que reina habitualmente, o en épocas fijas, en un país o comarca". Creo que esta segunda acepción se ajusta a la situación del dengue en El Salvador y en toda la franja tropical, como bien apuntas.
    Lo dicho, gracias por leer esto. Espero encontrarte de nuevo por acá.

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