lunes, 21 de diciembre de 2009

Zacatraz

25 de septiembre de 2009, viernes. Falta aún un cuarto de hora para la 1 de la tarde, la hora a la que me dijeron que podría ingresar, pero ya estoy acá, en el portón principal del Centro Penitenciario de Seguridad Zacatecoluca; “Zacatraz” en el argot popular. Situado a una hora en carro desde San Salvador, muy cerca de la carretera de El Litoral, esta cárcel es -debería ser- el novamás en cuanto a medidas de seguridad, el sitio en el que están confinados los reos más problemáticos y mejor organizados. Eso cacareó en su día el Ministerio de Seguridad y Justicia, pero ahora que lo tengo delante más parece una fábrica grande que un penal. Solo las torres de vigilancia sin vigilantes y el letrero carcomido junto a la carretera permiten suponer que al otro lado del murito gris no se dedican a empacar tamales para exportación, por poner un ejemplo.

Después de unos largos minutos, el portón negro se abre. Entramos mi carrito y yo, y vuelve a cerrarse. Al otro lado del portón negro hay otro portón negro. Se acerca un custodio con cara de pocos amigos. Viste camisa gris de botones, pantalones azul marino y botas negras. En su hombro carga un fusil de asalto M-16 y en la mano lleva un artilugio para mirar los bajos del vehículo. Es algo así como el espejito que usan los dentistas, pero de dos metros de largo.

Da la vuelta y no encuentra nada anormal, se acerca a mi ventanilla bajada, me pide que salga y que abra el maletero, mira y remira; luego me ordena abrir las puertas de atrás, mira y remira; me sugiere que me siente de nuevo y que le abra la bolsa en la que llevo la cámara de fotos, mira y remira. Cuando parece que todo está en orden, el custodio se aproxima de nuevo a mi ventanilla, mira y remira una vez más dentro del carro y al fin clava sus ojos en algo que cree inaceptable.

—Se me quita los aretes, por favor.
—¿Cómo?
—Los aretes –y señala mi oreja izquierda, de donde desde hace 17 años cuelgan dos pequeñas argollas plateadas–, no puede entrar con aretes.

El interno que he venido a entrevistar espera, y este no parece el momento idóneo para una discusión con alguien que se cree más y que tiene un M-16. Me los quito. Con un movimiento de cabeza da a otro compañero la orden de abrir el segundo portón negro. Adentro, habrá más controles, con aparatos de esos que se alteran cuando detectan algo metálico. Y en todo momento tendré a la par algún custodio.

A la salida, más de tres horas después, pondré mis aretes en su sitio, y durante el viaje de regreso me preguntaré cómo es que siguen entrando celulares en este penal con revisiones en apariencia tan exhaustivas.
Fotografía: Roberto Valencia

3 comentarios:

  1. En el viaje de regreso me preguntaré cómo siguen entrando celulares en este penal con revisiones tan exhaustivas..............

    jejeje....Nombre, No me digas que No sabes....Te lo bua decir.... Los criminales tienen derecho a visitas Conyugales.....Hacer el Amor a una Mujer despues de Matar y hacer un sin fin de actos Horrendos pues el sistema salvadoreño les provee la oportunidad. de Cogerse una Vieja LOS CELULARES viene DENTRO DE LAS VAGINAS de las esposas novias y en algunos caso dentro del Ano...salu tu chero lector

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  2. Garrobo, un placerazo conocerte al fin.
    La frase final era irónica. El tipo que me revisó o su jefe o su compañero son los que permiten el ingreso de celulares y hasta microondas y refrigeradoras. Lo de las vaginas es otro sistema, pero en Zacatraz no es posible. No hay visita íntima ni contacto del familiar con el reo (hablan a través de un cristal y por teléfono, como en los "Yunais") salvo, claro, para quien pueda pagarse los privilegios.
    Un abrazo para el Norte, y gracias por el enlace en tu blog, que también visito con asiduidad.

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  3. Oime Beto, me da gusto poder preguntarle a alguien con conocimiento.....Explicame por que los otros penales no adoptan una politica mas estricta encuanto a "derchos" se refiere. Es una desgracia lo que las autoridades permiten en estos lugares. Un dia lei que un hombre violo su propia hija de 11 a@os en Mariona.
    Las vistas conyugales.eso esta fuera de Lugar completamente.es malo.
    Jejeje.ya me emocione. Pasate una Feliz Navidad y prospero año nuevo a ti y los que te rodean

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