domingo, 13 de diciembre de 2015

El día que Bielsa filosofó en La Campanera


El entrenador argentino Marcelo Bielsa estuvo el 13 de diciembre de 2009 en Soyapango; en el reparto La Campanera, para mayor precisión. Aquella fue una visita atípica, consecuencia del empecinamiento del presidente de la Fundación Forever por llevar a una figura deportiva de primer nivel (entonces se preparaba para llevar a los chilenos al Mundial de Fútbol de Sudáfrica ) a una de las colonias más estigmatizadas de El Salvador. Yo subí aquella mañana a ‘La Campa’ y, por algo que estoy escribiendo estos días, me tocó recién volver a escuchar los audios que grabé. Bielsa es un personaje singular en el mundo del fútbol, al que con frecuencia se le califica como filósofo. Yo creo que en verdad lo es. Aquel 13 de diciembre, después de dirigir un entrenamiento para un pequeño grupo de niños, se reunió con no más de media docena de vecinos que estaban en la cancha y les regaló un discurso que, al reescucharlo seis años después, sentí la necesidad de compartírselo íntegro.
A mí me gustaría poder hablar con ustedes. Quería decirles dos o tres cosas. Lo primero, destacar lo importante que es luchar. Nosotros muchas veces en el fútbol perdemos, pero si luchamos, cuando llegamos al vestuario… y yo quisiera ver si logro transmitirles bien esto… cuando perdemos y estamos tristes por haber perdido, la tranquilidad nos la da saber que hemos luchado, pero estamos avergonzados si no luchamos. Quiere decir que en el fútbol no se trata únicamente de ganar o perder, sino de haber luchado. Esa es una cosa que quería transmitirles, porque pareciera que solamente el que triunfa es el valioso, y el valioso no es el que triunfa, sino el que lucha. Todos somos perdedores; hay muy pocos ganadores. Pero hay perdedores dignos, porque lucharon; y perdedores que se pervirtieron. No pervertirse en una forma de triunfar. Y quería comentarles otra cosa que tiene el fútbol que para mí es muy aplicable a la situación que viven ustedes en una comunidad como esta. El fútbol es el deporte rey, el deporte más importante del mundo. ¿Ustedes se imaginan por qué le gusta tanto a la gente? Mi idea es que gusta tanto porque puede ganar el más débil. En el fútbol no siempre gana el más poderoso, ni siquiera el mejor. ¿Cómo hace el débil para ganar? Porque no ganan por poderío, o porque son más grandes, o porque son más fuertes, o porque tienen más recursos... Los débiles ganan porque usan la imaginación, usan la fantasía, usan la creatividad, y entonces eso también puede servir como un estímulo para ustedes, que tienen poco. ¿Vio que hay jugadores chiquitos que se sacan de encima a los grandotes? ¿Vio que a veces el gol que define un partido lo hace a veces uno bajito marcado por un grandote? ¿Vio que el más atento le gana al desatento, aunque el desatento tenga la camiseta de un poderoso y el atento la del club más pobre? Entonces… hay esperanza. El mensaje del fútbol es ese: que el más débil puede ganar. Y otra cosa que quería decirles es que también es muy importante valorar lo que uno tiene. Esta cancha de La Campanera, que parece tan precaria al lado del césped hermoso del Camp Nou, también puede ser linda con el esfuerzo de todos los días, ¿me entienden? A lo mejor nunca van a lograr que tenga un césped perfecto, pero sí pueden decorar el arco, ponerle una cinta blanca abajo… ese orgullo de sentir que es algo propio. Yo he visto muchas casas humildes que están más afectuosamente tratadas que mansiones de poderosos, casitas en las que se nota el cariño de defender lo poco que uno tiene. Y eso también es una cosa que quería decirles. Cuando a mí me tocó empezar a entrenar, no había conos, y agarrábamos unas varillas, las cortábamos, las pelábamos con un cuchillo y le tirábamos agua en la tierra para que entraran. Entonces, hay veces que uno se fija en lo que no tiene, y encuentra en lo que no tiene una justificación para no crecer, pero los pobres tienen la imaginación muy desarrollada, y es una gran aliada. Y otra cosa que tenía que decirles es que para comparar logros, no hay que ver solo quién llega más arriba, sino que el trayecto que superó uno y otro, porque el que parte de más abajo tiene más mérito que el que parte de más arriba, aunque el de abajo no logre ser el que al final llegue más alto. ¿Me entienden? No se trata únicamente de quién llega más alto, sino de quién hizo el recorrido más largo en función de su punto de partida y de los recursos de cada uno, porque es más fácil llegar arriba cuando vos tenés todos los recursos del mundo, o llegar pervirtiéndose. Entonces, el que no se pervierte, es decir, el que vive dignamente, aunque no llegue a lo más alto, tiene mérito, y eso es una cosa muy valiosa para todos ustedes. Y lo último que quería decirles es una cosa que no vi hoy en esta comunidad. Los chicos necesitan dónde mirar. Necesitan alguien a quien admirar en la familia o en el barrio o en la comunidad. Necesitan ver a quién copiar, ¿me entienden? Es muy importante que en cada comunidad haya líderes, conductores, ejemplos, y es muy importante que ese espejo salga de dentro de ustedes, no que sea un extraño el que marque el camino. Tengo una crítica a todo lo que vi acá, la única: que no están los viejos. Los viejos son los que cuentan la historia, los que se quedan… porque una cosa muy importante es el sentido de pertenencia. ¿Por qué yo les digo que pinten el arco o que quiten la maleza o los arbustos? Porque uno se tiene que sentir orgulloso del lugar en el que está, aunque sea limitado. Y los mayores, los viejos, son los que conocen la historia del lugar, y se la tienen que contar a los chicos. ¿Para qué? Para que los chicos se enamoren de su lugar y quieran mejorarlo. Están bien que uno quiera crecer, pero este es el origen, esta es la esencia, y nunca hay que olvidarlo. Así que les admiro, de todo corazón, y lamento tanto micrófono alrededor, que a lo mejor consiguen que ustedes piensen que estoy actuando o… no sé… pero todo lo que les dije lo siento verdaderamente y los felicito. Muchas gracias.
Después, escuchó unas palabras de agradecimiento de una de las líderes de la comunidad, hizo un comentario jocoso sobre lo polvosa que era la cancha de La Campa, y se fue seguramente para siempre. No respondió ni una sola de las preguntas que le lanzó el enjambre de periodistas que –en su inmensa mayoría– había bajado al bajomundo para escuchar a Bielsa hablar sobre fútbol, sobre las posibilidades de Chile, sobre el Mundial, sobre... Su discurso maravilloso sobre la pobreza y la desigualdad, sobre la vida misma, pasó sin pena ni gloria por la agenda mediática, más preocupada casi siempre por lo inmediato que por lo verdaderamente trascendente.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

La PAES cuando se estudia entre mareros



A mediados de octubre pasé una mañana en el Complejo Educativo Cantón San Isidro, municipio de Panchimalco. Para los que vivimos en la capital, Panchimalco suena cercano, a pupusas domingueras, pero para llegar hasta el cantón San Isidro hay que bajar primero de los Planes de Renderos al pueblo, tomar una de las vías sin asfalto que desde el casco urbano se abren hacia el sur, y manejar otros 20 minutos, si la destartalada calle está de buenas.
En muchos aspectos, la escuela-instituto encarna el prototipo de centro educativo rural y público: para que el agua corra después de usar el baño dependen de las pipas, cuenta con reservas generosas del programa ‘Vaso de Leche’, los alumnos caminan uniformados desde caseríos y cantones cercanos, cuenta con una modesta sala de computación… Pero en San Isidro hay un factor que trastoca todo lo demás: está en una zona con fuerte presencia de pandillas, más de una.
—Yo trabajo acá desde hace 15 años, pero ni siquiera los compañeros saben dónde vivo. Es una forma de protegermos –dice Melvin Márquez, director desde hace dos años y docente durante más de una década.
La calle frente al centro educativo es la frontera: divide el caserío El Potrerito, dondecontrola la Mara Salvatrucha, de zonas como el cantón Las Crucitas, donde los placazos son del Barrio 18.
—Acá tenemos alumnos de las dos pandillas, pero jamás se van a los puños o se amenazan. Los podría poner a comer en la misma mesa, frente a frente, y no pasaría nada, quizá porque ellos mismos han hecho el pacto de no agredirse dentro de la escuela. Pero ya en noviembre y diciembre que no hay clases…
No suena muy aventurado suponer que el supuesto pacto al interior del centro educativo se deba a la continua presencia de la Policía Nacional Civil. Desde que en 2011 Panchimalco se convirtió en un habitual en los ránking de municipios más violentos de El Salvador, el Ministerio de Seguridad quiso tomar cartas en el asunto y, entre otras medidas, instaló fuera de la escuela-instituto un puesto fijo –uno de esos remolques pintados de azul y blanco– con uniformados armados para la guerra; la presencia de agentes es 24/7.
—Cuando inicia el año escolar, el día que presentamos la planta de docentes, se presenta también a los agentes –dice el director Márquez.
Todo parece indicar que en 2015 la cifra de asesinatos en Panchimalco será la más alta desde que se lleva un conteo confiable: arriba de 90 homicidios en un municipio que ronda los 47,000 habitantes, con el agravante de que la violencia castiga más las áreas rurales, como el cantón San Isidro, donde pandilleros de una y de la otra, fuerzas de seguridad y grupos de exterminio paraestatales están en plena temporada de gatillo fácil.
¿Cómo estudiar así? ¿Cómo superarse? ¿Qué es de aquellos jóvenes que son víctimas de todos los grupos que han optado por las armas? La violencia está marcando a fuego toda una generación en amplias zonas del país, aunque en los platós de televisión y en los despachos de los burócratas apenas se hable del tema.
En el Complejo Educativo Cantón San Isidro, la matrícula cayó de 936 alumnos en 2014 a 858 en 2015. Desplazamientos forzados, migración, la pandilla como un atractivo mayor… El segundo año de bachillerato, el más afectado por el fenómeno de las maras por razones obvias, renunció este año a tener dos grupos, por la significativa reducción en la matriculación que el director Márquez relaciona sin matices con la violencia.
Pero, ¿y los que pese a todo quieren superarse? ¿Qué futuro espera a la treintena de estudiantes de la San Isidro que, con obstáculos inimaginables para quien forma parte de la mitad privilegiada de la sociedad, se han convertido en bachilleres e hicieron la famosa PAES, la Prueba de Aprendizaje y Aptitudes para Egresados de Educación Media? Incluso sin las pandillas, saltar a cualquier universidad desde zonas empobrecidas es casi un imposible, reservado para el ramillete con notas impresionantes, y con una familia en una situación lo suficientemente desahogada como para mantener a un hijo universitario. La violencia ha vuelto más compleja la ecuación, y hoy en día jóvenes de El Potrerito no podrían cursar estudios superiores, ni aunque obtuvieran alguna de esas becas que universidades y oenegés elitistas reservan para captar a los más brillantes. ¿Por qué? Para llegar a la capital hay que pasar por territorio dieciochero, y uno de los códigos de la pandilla, acentuado desde que terminó la Tregua, dice que la mera pertenencia a un cantón o colonia controlada por la pandilla rival te convierte en enemigo.
En estos días, con la PAES fresca, raro es encender el televisor y no hallar en los programas de entrevistas a encorbatados y perfumadas pontificar sobre los resultados. Hablan sobre la diferencia entre la educación pública y privada, sobre los datos dispares de tal y cual departamentos, sobre centros rurales versus centros urbanos, sobre estudiantes de uno y otro género… pero apenas se dice nada sobre un elemento que desde hace al menos un lustro, a mi juicio, está convulsionando la calidad educativa en El Salvador: que el instituto esté o no en una zona controlada por pandillas.
—La batalla no está perdida –dice optimista el director Márquez–. Se está haciendo mucho, pero hasta donde nosotros alcanzamos. Si alguien nos tendiera la mano...

viernes, 6 de noviembre de 2015

Yo maté a un troll

En esta historia se suceden un pleito, un cadáver (virtual) y una sospecha.

El pleito


Avanzada la noche del viernes 13 de marzo de 2015, 12 días transcurridos desde las elecciones municipales pero aún sin resultados oficiales, tuve un acalorado intercambio de opiniones en Twitter. Nada raro hasta ahí. Aunque cada vez rehúyo más esas discusiones –por lo general estériles–, soy de los que cree que los debates construyen, que es correcto elevar el tono si uno cree tener la razón, y que la ironía y el sarcasmo son herramientas que uno tiene derecho a utilizar y que debe tener tolerancia para digerir.


Decía que un viernes de marzo tuve un debate acalorado, pero no estaría hablando de él hoy, ocho meses después, si no fuera por el desenlace. Tras un intercambio con varios tuiteros manifiestamente coordinados en sus alegatos e insultos, la cuenta @VOTALuis_Cuenca, atribuida al candidato a la Alcaldía de San Salvador por el Partido de Concertación Nacional (PCN) y con su imagen como identificativo, replicó un irrespetuoso montaje con fotografías de mis hijas, que tienen 1 y 5 años de edad. Insisto en que me considero abierto y tolerante a los debates virtuales, pero creo también que todo tiene un límite.


Al día siguiente, logré el celular del candidato Luis Cuenca, y le llamé para pedirle explicaciones por el exabrupto. La perplejidad con la que me respondió evidenció que él no había tuiteado nada la noche anterior. Me dijo que ya alguien le había dicho algo parecido antes, que la suplantación incluso le había generado algún problema con el candidato arenero Edwin Zamora, pero que su equipo de campaña no le había dado excesiva importancia.


Creada durante la campaña electoral, @VOTALuis_Cuenca acumulaba más de 650 seguidores, incluidas las cuentas de algunos de los principales medios de comunicación (Teledós, Canal 33, Meganoticias 19, Radio 102.9, Noticias 4Visión, Radio Nacional…), periodistas de referencia (Edwin Góngora, Porfirio Mercado, Ricardo Vaquerano, Guadalupe Bonilla, Saúl Hernández…), y personeros e instituciones del mundo político (Roberto Cañas, Fito Salume, GANA, Democracia Salvadoreña…). Había razones para creer que era una cuenta real.


El pleito puro terminó con aquella llamada, que me confirmó que el ofensor era lo que se conoce como un troll. El verdadero Cuenca dijo que tomaría cartas para que no volviera a pasar, y al rato me llamó alguien del PCN para que le detallara lo sucedido. Por mi parte, denuncié el altercado ante el sistema en línea de Twitter, y en pocas horas borraron el tuit en el que mencionaban a mis hijas.


Pero ahí no quedó la cosa.


El cadáver (virtual)


Supongo que por la presión que hizo el PCN, a los pocos días Twitter obligó a los gestores de @VOTALuis_Cuenca que agregaran ‘#Parody’ en la descripción. Pero ahí tampoco quedó la cosa.


En poco más de una semana los dueños de la cuenta primero la dieron de baja, luego resucitó rebautizada como @Nivea_Milk; y más luego, cuando les hice saber que les estaba siguiendo la pista, la rebautizaron como @CD_contraataca. En cada paso borraban los tuits anteriores, y se hacían los locos cuando yo les hacía notar que estaba siguiendo sus pasos, encaminados sin duda a reciclar la valiosa cuenta que tenía como seguidores a buena parte del gremio periodístico.


Mi insistencia fue tal que se dieron por vencidos, y @CD_contraataca está abandonada desde entonces, convertida en un exquisito cadáver virtual.


La sospecha


La cuenta falsa @VOTALuis_Cuenca no era nomás el pasatiempo de alguien sin mucho quehacer, de un listillo. Estoy convencido de que era una de las joyas de la corona de un ‘troll-center’, equipos humanos contratados para generar ruido en las redes sociales, apoyar a tal o cual partido o candidato, o atacar a personas con cierta influencia para tratar de minar su credibilidad. Los hay de distintos colores partidarios, pero este activísimo troll-center del que @VOTALuis_Cuenca formaba parte tenía una clara tendencia para apoyar al FMLN en general, y al candidato Nayib Bukele en particular.


Como si no me perdonaran que les haya matado a uno de los suyos, otras cuentas ligadas a la misma red me atacan desde entonces cada vez que pueden, con disciplina marcial, pero con nulo éxito.


PCN Cuenca - copia

lunes, 20 de abril de 2015

Vigésimo cuarto comunicado de las pandillas


Los voceros nacionales de las pandillas MS-X3, Barrio 18, Mao-Mao, Máquina, La Miarada Locos 13, privadas y privados de libertad de origen común, al pueblo salvadoreño y demás pueblos del mundo, hacemos saber:


1- El país atraviesa por una situación difícil, como es costumbre ya, es a las maras y pandillas a quienes se nos atribuye la gravedad de toda la situación, con el perverso propósito de encubrir y proteger a otras estructuras o personas que practican accionar delictivo, quienes ante la sociedad se presentan como personas de bien, ya sea como: funcionarios públicos, empresarios, ministros, fiscales, policías, militares, religiosos, ex-presidentes y tantos otros que con toda desfachatez dicen ser parte de los “buenos”, y en realidad, cuando son descubiertos y procesados – algo que sucede muy poco – resulta ser que son iguales o más criminales que nosotros, pero eso sí, a la hora de condenar a otros, no vacilan en ser los primeros en lanzar piedras.

2- Las maras y pandillas hemos tenido que recurrir a formas ilícitas para sobrellevar nuestras vidas, al ser nosotros y nuestras familias los históricamente olvidados y marginados por las gestiones gubernamentales, nuestro origen está en las comunidades más empobrecidas, en los hogares desarticulados por la emigración, la violencia y la irresponsabilidad paterna o materna, es a nosotros a quienes se nos niegan oportunidades de educación, salud, trabajo, recreación y lo único que se nos ofrece es represión, cárcel y muerte.

3- El gobierno habla mucho de paz últimamente, pero en las actuaciones lo que se alimenta es la guerra, si el propósito de paz que se pregona es genuino, debería de atacar causas y no solo efectos; la absurda represión y el manodurismo en lugar de resolver agrava la conflictividad. Las maras y pandillas aprendimos con el proceso de paz que se impulsó en 2012, que es dialogando como se es más eficaz para enfrentar la violencia y disminuirla, que es hablando de paz y haciendo gestos de buena voluntad y no de guerra como el conflicto se des escala y dirime con menos costos económicos y sociales.

4- Afortunadamente, en el ambiente de belicosidad que impera en los últimos días, las voces de la sensatez siguen abogando por soluciones racionales al conflicto, hay propuestas de paz que han circulado, no habíamos respondido a ellas porque esperábamos conocer la disposición gubernamental de buscar la paz por esa vía, pero en vista de que en privado se nos dice que sí y en lo público se niega, hemos decidido tomar la iniciativa de forma unilateral. 

5- Congruente con lo anterior, hemos tomado la decisión de responder afirmativamente al llamado público que en últimos días ha realizado uno de los luchadores más incansables por la paz en El Salvador: El señor Raúl Mijango, quien ha presentado al país una propuesta de agenda para la paz que contiene 26 puntos, 13 para ser abordados por nosotros y los otros trece por el Estado, gobierno y sociedad civil.

6- Reiteramos que asumimos todos los puntos que se nos proponen sin condiciones ni enmiendas, incluyendo los de respetar la vida de policías, soldados, militares, custodios, funcionarios públicos, jueces y políticos y por supuesto la vida de los más humildes a quienes afecta la violencia. También, sobre los delitos patrimoniales como el robo, hurto y extorsión. Pedimos al gobierno no obstruir ni sabotear este proceso, por el contrario que facilite condiciones que nos permitan avanzar más rápido en el tiempo y los compromisos que hemos de asumir ante la sociedad, este es el regalo que en su beatificación le queremos hacer a Monseñor Romero: Nuestro arrepentimiento y solicitud de perdón a la sociedad por todo el daño causado.

7- En consecuencia de lo anterior, anunciamos que desde ya estamos girando instrucciones de acuartelamiento a nuestras unidades, de almacenamiento de hierros y pertrechos y que todos, tanto adentro de las prisiones como fuera de ellas, se concentren en el estudio y la discusión de los 13 puntos que se nos han propuesto, afín de lograr consensos que permitan responder satisfactoriamente a lo que la sociedad espera de nosotros: menos homicidios, menos extorsiones; en definitiva: menos violencia. Según sean las condiciones con que contemos para esta reflexión, así iremos anunciando en su momento los compromisos que asumiremos con la sociedad sobre cada punto.

8- Como muestra de compromiso y buena voluntad, cesaremos desde ya todo tipo de ataques, es más, no haremos uso ni del elemental derecho a la defensa. Solo pedimos que paren los abusos de autoridad y las acciones de exterminio que en su mayor parte están siendo presentadas como riñas entre pandillas, cuando en realidad lo que sucede es que de sus casas sacan a nuestros miembros y luego los asesinan, simulan enfrentamientos y colocan armas a los muertos para justificar las masacres, etc. Muchos han lamentado el deceso de policías, pero han callado o se han alegrado por el exterminio de más de ciento cuarenta miembros de pandillas solo en el mes de marzo de este año.

9- Para dar confianza al desarrollo del proceso y evitar el que se crea que lo hacemos con propósitos mal sanos, pedimos que el debate privado que desarrollaremos en el interior de los Centros Penitenciarios sea monitoreado por una entidad de gran prestigio y reconocimiento internacional y que ya cuenta con una misión en El Salvador: El Comité Internacional de la Cruz Roja CICR y en la Libre, por los Obispos y Pastores coordinados por la Iniciativa Pastoral por la Vida y Por la Paz, IPAZ. Quienes puede solicitar apoyos técnicos a las instituciones tanto nacionales como internacionales con experiencia en la mediación y resolución de conflictos.

10- Como el problema de la violencia es un problema nacional, para saberla superar hay que sacarla del circulo vicioso y dañino de la confrontación política, en tal sentido proponemos se cree una Instancia Bipartidista, técnica y política en la que estén representados las dos principales fuerzas políticas del país: ARENA y FMLN y que sea en esta instancia que con sentido patriótico y sin intereses electoreros se consensúen las acciones y las iniciativas de ley que volverán sostenible e irreversible el proceso de paz que se vaya construyendo.

El Salvador, 20 de abril de 2015.

Foto Roberto Valencia
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jueves, 5 de marzo de 2015

Respétese, señor Funes


Quiero pensar que solo le trasladaron información equivocada, pero el secretario general del FMLN, Medardo González, mintió cuando el martes 3 de marzo, en conferencia de prensa, dijo que en los municipios que ganó su partido vive el 67 % de los salvadoreños. Lo dijo con estas palabras: “Ahora, con estas 86 alcaldías, el FMLN tiene una fuerza poblacional del 67 %, y nuestro partido tendrá mayores niveles de incidencia y de responsabilidad”. Con un periodismo como el salvadoreño, que en esencia se dedica a transcribir lo que dicen las fuentes sin el más mínimo contraste, el dato ha sido repetido hasta viralizarse.

Falta la certificación oficial, pero parece que el FMLN en efecto se impuso en 86 de los 262 municipios de la República, incluido un puñado de las ciudades más populosas, como San Miguel, Soyapango, Mejicanos, San Juan Opico y, por supuesto, San Salvador. Ahora bien, en esos 86 municipios residen 2,484,297 personas, que suponen el 38 % de las 6,460,271 habitantes que se estima que viven en El Salvador. Nada que ver con la cifra del 67 % que con orgullo desmedido aireó Medardo González.

Para los más dogmáticos militantes y simpatizantes del FMLN, aquellos que sentirán como una afrenta que un donnadie se atreva a contradecir en público a su secretario general, comparto el informe oficial ‘El Salvador: Estimaciones y Proyecciones de Población. Municipal 2005-2025’, de la Digestyc, fechado en septiembre de 2014, y por lo tanto obra del gobierno de Salvador Sánchez Cerén. Ahí aparecen los estimados oficiales de población para 2015 en los 262 municipios del país. Con papel y lápiz, calculadora y un poco de paciencia comprobarán que es falsa la cifra que proclamó Medardo González en conferencia de prensa. Y no por uno, cuatro o diez puntos porcentuales. Tergiversaron los datos para que el 38 % de los salvadoreños se convirtiera en el 67 %. No son centavos. Ojalá el FMLN reflexione sobre la calidad de la información que aporta a la sociedad, y ojalá también el gremio periodístico reflexione sobre qué tratamiento da a las informaciones que las fuentes aportan.

Pero si me animé a escribir esta columna no fue para denunciar las cuentas alegres que hizo la dirigencia del FMLN. No. El detonante de este texto fue el uso que el expresidente de la República, Mauricio Funes, hizo desde su cuenta de Twitter de estos números errados.

Después de conocerse el errado dato del 67 %, el señor Funes publicó los siguientes tuits:

El 3 de marzo, a las 9:09 p.m.: “No es la cantidad, sino la calidad de la victoria lo que cuenta. Gobernar el 67 % de la población a través de municipios habla de fuerza”.

El 3 de marzo, a las 9:13 p.m.: “Con las alcaldías ganadas por ARENA gobernarán menos del 40% de la población. A eso le llaman victoria? El FMLN en cambio gobernará al 67%”.

El 3 de marzo, a las 9:28 p.m.: “Los municipios q gobernará el FMLN representan 67% de la pob. Si sumamos los de GANA,PCN Y PDC, ARENA no alcanza ni un 40%.Eso es verguiada?”.

El 3 de marzo, a las 9:32 p.m.: “No es la cantidad, sino la calidad de la victoria lo que cuenta. Gobernar el 67% de la población a través de municipios habla de fuerza”.

El 4 de marzo, a las 12:17 p.m.: “El Ejecutivo en manos del FMLN. 67% de la población en los municipios ganados. Mayoría legislativa junto a GANA #ElCambioEsPrimeraFuerza”.

El 3 de marzo a las 11:09 a.m., apenas supe de los datos hechos públicos por Medardo González en la conferencia, se me ocurrió tuitear esto: “Cada partido hace la lectura que le interesa. FMLN baja de 95 a 85 municipios gobernados, y están presentándolo como triunfo arrollador”. Por ese tuit el señor Funes me llamó “troll de ARENA” en Twitter. Lo replicó dos veces desde su cuenta con comentarios despectivos. Se burló.

Hagamos a un lado el hecho de tener a un expresidente que, sin haberse cumplido un año desde que dejó el Ejecutivo, se dedica a tuitear como adolescente despechado. Créame, señor Funes, que yo lo estimé en su extinto rol de periodista, y que celebré su triunfo electoral porque fui de los incautos que me creí su eslogan del cambio. Allá estuve aplaudiéndolo aquel 15 de marzo histórico en el redondel Masferrer.

Usted, a mi criterio, fue una decepción como presidente, y ahora compruebo que también como periodista deja mucho que desear. Es, reitero, lo que me animó a escribir esta columna, señor Funes. ¿86 municipios en los que viven el 67% de los salvadoreños? ¿No le sonó tantito exagerado? ¿Se atrinchera y replica hasta la saciedad sin verificar los datos que brinda una fuente con evidentes intereses, como lo es cualquier partido político? ¿Nunca supo el significado de ‘contrastar una información’, en especial antes de hacer tanta alharaca, tanta estridencia?

Señor Funes, usted es el expresidente de la República y alguien que gozó de la genuina admiración de buena parte del gremio periodístico. Respétese, por favor. Respétenos.


lunes, 26 de enero de 2015

Vigésimo tercer comunicado de las pandillas


Los voceros nacionales de las pandillas MS-X3, Barrio 18, Mao-Mao, Máquina, La Miarada Locos 13, privadas y privados de libertad de origen común, al pueblo salvadoreño y demás pueblos del mundo, hacemos saber:

1- Con satisfacción informamos que desde el día sábado 17 de enero del corriente año, estamos impulsando a nivel nacional un gesto unilateral de buena voluntad, que busca contribuir en la reducción de la violencia; sus efectos ya se hacen sentir en la drástica disminución que ha experimentado la tasa de homicidios desde el día 18 de enero, habiéndose reducido del promedio diario de 14 a 4.6 que se registró ya para el día sábado 24; inclusive, el día veintidós la tasa se redujo a cero.

2- Para hacer posible lo anterior, estamos realizando extraordinarios esfuerzos, debido a que las condiciones en la que lo impulsamos no nos son favorables y nos provocan dificultades que hacen difícil administrar un proceso tan complejo como este, para lo cual es necesario contar con algunas condiciones y facilidades que por ahora carecemos.

3- Esperamos que este nuevo gesto mantenga viva la esperanza de que el problema de la violencia si tiene solución y permita que los que no han querido oír destapen sus oídos y que los que no han querido ver puedan hacerlo para evidenciar que es el dialogo incluyente la vía civilizada para encontrar solución a estos graves problemas y que no se puede seguir obviando he ignorando que las Maras y Pandillas podemos ser parte importante de la solución del mismo, voluntad que ya hemos expresado en infinidad de ocasiones.

4- Esta probado que si todos los involucrados nos lo proponemos, la paz puede ser una realidad: las pandillas haciendo lo que nos corresponde y el Estado y la sociedad civil lo que a ellos les compete. El logro de la Paz es tarea de todos, no solo las pandillas generamos violencia como ha quedado evidenciado, hoy en día, la PNC ya aporta al menos con un homicidio por día a esa tasa y los grupos de exterminio de pandilleros que operan con el amparo y apoyo de entidades públicas y privadas ya contribuyen a la tasa de homicidios con masacres, que son presentadas como acciones de purga interna entre nosotros para obviar la respectiva investigación que los puede incriminar.

5- La difícil situación por la que atraviesa el país requiere de acciones proactivas y de mensajes que aboguen por la paz y no de desesperadas acciones que lo único que hacen es tocar tambores de guerra y por consecuencia avivan la fogata de la violencia.

6- Las maras y pandillas de El Salvador estamos listas para entrar en un proceso serio de búsqueda de la paz, como se nos ha propuesto por aquellos que tienen un genuino interés de trabajar por ella, la pregunta que nos hacemos es: ¿Esta el Estado salvadoreño y la sociedad civil lista para entrar en ese proceso?. Si la respuesta es afirmativa, no demoremos más tiempo e iniciemos cuanto antes juntos la construcción de la paz que tanto anhela la sociedad salvadoreña.

El Salvador, 26 de enero de 2015.

Foto: José Cabezas (AFP)

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