martes, 8 de febrero de 2011

Miguel Cavada (Q.E.P.D.)

Miguel Cavada Diez nació el 11 de septiembre de 1956 en Pontejos, un minúsculo pueblo de vocación agro-pesquera situado en la provincia de Cantabria, en la costa norte española. Hijo de Felipe y de Montserrat, fue el sexto de nueve hermanos –siete varones, dos mujeres–, una familia humilde y numerosísima que solventó sus problemas de espacio solo cuando a Felipe su patrón le ofreció una casa dentro del aserradero donde trabajaba en El Astillero, el pueblo de enfrente, separado de Pontejos nomás por una estrecha franja de mar. Nunca faltó un plato de comida sobre la mesa, pero fueron años marcados por las estrecheces, nada de lujos ni de caprichos.

—Con decirte que el viaje de novios de mis padres fue a Bilbao –dice Cavada. Trasladado a la realidad salvadoreña, sería como que alguien viajara desde el puerto de La Libertad a San Salvador.

La infancia transcurrió sin grandes sobresaltos, entre el mar, el aserrín y los hermanos como cómplices principales de travesuras y juegos. Sus padres, aunque no eran devotos en exceso, sí les inculcaron la fe cristiana y las costumbres religiosas: rezar antes de comer, misa los domingos, catequesis… En catequesis precisamente fue cuando entró en contacto con la comunidad pasionista y, a los 18 años, en un momento de crisis personal, lo invitaron a un noviciado en Zaragoza, España, y un año después lo enviaron a estudiar Teología a Valencia.

En Valencia estaba cuando ocurrió la tragedia.

La madrugada del 12 de enero de 1977, el Ángel, un buque mercante de 100 metros de eslora, se hundió en medio de un fuerte temporal en el mar Mediterráneo, frente a la isla italiana de Cerdeña. El barco naufragó como consecuencia de un corrimiento de la carga que transportaba, que provocó, primero, la inclinación de la nave, y luego, su vuelco. Murieron 11 tripulantes, entre ellos el segundo maquinista, un joven de 25 años que realizaba uno de sus primeros viajes. Se llamaba Fidel Cavada Diez.

—Yo estaba viendo el Telediario y ahí dijeron que el buque Ángel se había hundido. Llamé a mi casa y me confirmaron la noticia.

La muerte de Fidel fue un antes y un después para toda la familia, pero quien más la sufrió fue Montserrat. Por la presencia de tantos recuerdos en la casa, pidió que se fueran a vivir a otro lugar, y se instalaron en un apartamento más alejado de la línea de mar. A Cavada también lo marcó la pérdida de su hermano. Cuando al final de esta entrevista le pida que me señale los momentos más trascendentes de su vida, mencionará cinco, y el primero será el naufragio del Ángel.

Los otros cuatro sucedieron en El Salvador. Tras dos años en Valencia, Cavada llegó al país a mediados de 1978, cuando Monseñor Romero era ya arzobispo. Ser contemporáneo suyo y haberlo conocido es otro de los momentos importantes que señala, el segundo de su listado.

—Yo siempre he dicho que tuve la dicha de conocer a Romero. ¿Y por qué? Porque me parece una persona muy humana, y no me refiero solo como obispo o como religioso. Es una persona buena en el sentido más estricto de la palabra.

Monseñor Romero es la razón principal para haber pasado más de 30 años en El Salvador. Tras el asesinato, regresó a España unos meses a terminar sus estudios de Teología. Los finalizó y retornó a El Salvador en contra de la voluntad del provincial de los pasionistas, lo que desembocó en la ruptura con esa congregación. Monseñor Rivera Damas lo ordenó sacerdote en 1983, y casi toda la guerra la pasó asignado a la parroquia El Calvario, en Santa Tecla, donde le encargaron acompañar a las comunidades rurales repartidas en cantones y caseríos de la cordillera del Bálsamo. Iba de un lado a otro en el mismo Volkswagen Safari blanco en el que asesinaron al padre Rutilio Grande.

—Fue una época bonita, muy bonita –dice–, en verdad que fue una suerte haber trabajado tan cerca de los campesinos y campesinas.

Esa década tan tumultuosa para El Salvador a Cavada le brindó dos de los momentos de su particular listado, los dos en tono positivo: por un lado, en 1983 participó en la fundación del Equipo Maíz, una fructífera experiencia de educación popular vinculada a las comunidades de base, que aún subsiste; y por otro, el nacimiento en 1987 de su primera hija –luego tendría otro varón–, lo que lo llevó a dejar el sacerdocio y a casarse.

—Yo me dije: me salgo de cura, sí, pero no me salgo ni de la Iglesia ni de El Salvador ni de la lucha que tiene este pueblo.

Colgados los hábitos, se volcó aún más con el Equipo Maíz e intensificó su labor como docente y editor de textos en la UCA, sobre todo a partir de que el sacerdote jesuita Juan Ramón Moreno, uno de los mártires, le invitó a dar clases en el Profesorado de Teología. De esos últimos años Cavada menciona el quinto de los quiebres en su vida: la muerte en 2004 de Montserrat Diez Diez.

—Para molestarla de niños le decíamos Montserrat Veinte –dice Cavada, un brillo de nostalgia en su mirada–. Ella y mi padre siempre me apoyaron, aunque les costara, en mi decisión de venirme a El Salvador, cuando era sacerdote y cuando ya no lo era.


Fotografía: Roberto Valencia

31 comentarios:

  1. Gracias Roberto! Y enhorabuena por el libro!!

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  2. Hey, me quedé picada de leer más!! Avisanos cuando ya se pueda obtener. Gracias. Sarah Currlin

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  3. Deje de publicar que no esta autorizado para hacerlo

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  4. DEJE DE PUBLICA ESTAS COSAS QUE NO ESTAS AUTORIZADO PARA HACERLO Y DEJE DE ENGAÑAR A SUS LECTORES PUESTO QUE MIGUEL CAVADA NO QUISO QUE SE PUBLICARA ESTA ENTREVISTA

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  5. NO ME PARECE QUE SE PUBLIQUE OBRA DE ALGUIEN QUE NO DESEABA HACERLO, ME PARECE UNA FALTA DE RESPETO Y ABUSO...LE PIDO POR FAVOR QUE POR RESPETO RETIRE EL MATERIAL O ATENGASE A LAS GRAVES CONSECUENCIAS QUE ESTO PUEDE TENER.

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  6. Ojalá no se publique. Roberto falto de ética y respeto. Es usted una persona amoral que debería de dejar su oficio de escribir.

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  7. Hay algo que no entiendo. Lo he leído media docena de veces, y este texto es muy respetuoso hacia la figura de don Miguel. Lo dignifica y lo humaniza, aparece como un digno admirador de nuestro obispo mártir. Agradezco al autor que se tomara la molestia de querer conocer a don Miguel, y que comparta con todos nosotros este material.

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  8. Es importante honrar la memoria de un gran ser humano, siempre y cuando se respeten las decisiones que en vida tomo y más aun no se dañe a las persona que Don Miguel amo tanto y esa es su familia. Don Roberto sus derechos terminan donde inician los de sus prójimos.

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  9. Debe ser muy doloroso para a familia Cavada que usted manipule información ya sea buena o mala sin su consentimiento, al final de cuentas es la familia del señor Miguel quien debería autorizar publicación de material referente a su familiar. Me parece de mal gusto y me merece Don Roberto la peor de mis opiniones, que haga pasar por esto a una familia que no termina que despedir a su padre, hermano, esposo ...

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  10. Roberto, usted no intento conocer a Miguel Cavada, ni fue respetuso, ni lo ha dignificado, ni lo humanizado, si lo hubiera hecho, respetaría su voluntad de no publicar esta entrevista debido a las inesactitudes que usted cuenta en ella.

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  11. Estimado colega Roberto Valencia. No me conocés, pero he seguido tu trayectoria y creo que sos de lo más digno que hay en el panorama salvadoreño. Te diré dos comentarios como periodista: en primer lugar, y por lo visto en esta campaña que hay en tu contra, vos dejaste que una fuente leyera el material antes de haber sido publicado, y eso habla mal de vos; un periodista no tiene nunca que pedir el visto bueno de un entrevistado. Y dos: me decepcionarías si al final te ahuevás y no publicás esa historia que has anunciado. Si la familia te dobla el brazo será señal de que sos un periodista sin principios. Si el tal Cavada te dio una entrevista, lo tuyo es publicarla siempre y cuando se ajuste a lo que hablaron, le guste o no a él o a la familia. Espero que actués en consecuencia.

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  12. Es una verguenza que el ejercicio periodistico se confunda con el irrespeto a las personas. Que lamentable que haya otros pseudo periodistas que apoyen estos atropellos,

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  13. Me avergüenzo de Alfredo y Roberto... y espero que la vida les pague con la misma moneda con la que trabajan...no tiene alma y mucho menos corazón.

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  14. Nunca me había sentido tan insultado, calumniado y difamado (hoy me han dicho desde mentiroso hasta que como ser humano doy vergüenza), pero lo curioso es que los que me insultan y me difaman lo hacen en nombre de la dignidad, de la ética, del respeto. Curioso.
    El texto resultante de la serie de entrevistas que Miguel Cavada me concedió fue calificado como "muy profesional" por el propio Miguel cuando lo leyó por primera vez. Su publicación, además, no es una decisión personal ni de la que yo me vaya a lucrar. Saldrá publicado porque la Fundación Monseñor Romero -fundación presidida por monseñor Ricardo Urioste- así lo cree tras haber evaluado que el material es respetuoso y fiel a la verdad, y también saldrá publicado porque un periodista no puede escribir una entrevista al dictado del entrevistado, que es lo que don Miguel quiso imponer por no sé exactamente cuáles razones, pero les puedo asegurar que no era porque lo que se dice en ese relato sea falso.
    Comprendo que la familia esté molesta, quizá yo también lo estaría en su lugar, pero desde hace semanas he intentado tender puentes y me ofrecido a dar las explicaciones necesarias tanto a Miguel primero como a la familia después, pero la discusión por su parte no está en el plano de la racionalidad, sino en el del insulto y las amenazas.
    Lamento sinceramente que esto esté pasando. Me incomoda esta situación. Pero estoy convencido de que, cuando el libro salga, a muchas personas que ahora puedan tener dudas se las disipará el propio relato, porque es muy respetuoso con Miguel y la admiración que sentía hacia Monseñor Romero, además de servir para reinterpretar el papel de algunos sectores de izquierda con la figura del obispo mártir.

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  15. En la prensa rosa tendrías gran futuro, porque lo tuyo es entrevistar y contestar tu mismo, quienes hemos sido entrevistados por tí, lo sabemos, que te atropellas en contestar antes que dejar hablar a la persona entrevistada

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  16. Pregunto: ¿Por qué un periodista tan intachable, se defiende con tanto argumento, si está tan seguro de sí?

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  17. Declaración de Principios sobre la conducta de los periodistas (FIJ) .
    3. El periodista no informará sino sobre hechos de los cuales el/ella conoce el origen, no suprimirá informaciones esenciales y no falsificará documentos
    4. El periodista no recurrirá sino a medidos equitativos para conseguir informaciones, fotografías y documentos
    5. El periodista se esforzará - con todos los medios - por rectificar cualquier información publicada y revelada inexacta y perjudicial.
    8. El periodista considerará como faltas profesionales gravas: el plagio; la distorsión mal intencionada; la calumnia, la maledicencia, la difamación, las acusaciones sin fundamento; la aceptación de alguna gratificación a consecuencia de la publicación de una información o de su supresión.
    9. Todo periodista digno de llamarse tal se impone el deber de cumplir estrictamente con los principios enunciados arriba. En el marco del derecho vigente en cada país, el periodista sólo aceptará, en materia profesional la jurisdicción de sus iguales, excluyendo cualquier injerencia gubernamental o de otro tipo."
    Adoptada por el Congreso mundial de la FIP en 1954.
    Enmendada por el Congreso mundial en 1986.

    parece que desconoce o violas la Declaración de Principios sobre la conducta de los periodistas.
    recuerda que no puedes poner tus conjeturas como palabras del entrevistado. no tienes moral y etica ni mucho menos tienens sensibilidad himana al ignorar la ultima voluntad de una persona

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  18. Están tan interesantes los comentarios como el propio texto. Soy español, de Oviedo, y llegué a este blog por pura casualidad. ¿Este libro se podrá adquirir en España? Pregunto porque tanta polémica dan ganas de leerlo para ver quién tiene la razón. Si el libro no se va a publicar acá, te ruego que pegues en este blog la historia del difunto Miguel Cavada, para todos podamos juzgar. Hasta ahora, lo único que se puede deducir es que la familia está molesta, pero eso suele ser buena señal. Casi siempre, las biografías mejor escritas han disgustado al entorno del biografiado, e incluso al propio biografiado si es una biografía en vida. Que la familia esté molesta no es señal de falta de ética ni de irrespeto, al contrario; hay que preocuparse cuando un periodista perfila a alguien y tanto el perfilado como su entorno familiar y social quedan plenamente satisfechos. Pero habrá que esperar.

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  19. esta preocupacion del amigo de Oviedo es propio de la prensa amarillista,un argumento propio de alumnos de maquiavelo...

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  20. "Un periodista o dice la verdad o no es periodista", eso lo dijo Oscar Romero. Te tengo que "etiquetar" de nuevo: sos un mentiroso. Romero tenía razón. Tengo suficientes pruebas para decirte que Miguel, mi amigo y hermano no le parecio la manera en como habías redactado su testimonio en el libro. Especialmente esa parte donde hacías un símil con lo que le sucedio al alcalde Norman Quijano en la catedral donde la gente le abucheo . Ya sabes a lo que me refiero. Incluso te pidio que si no cambiabas el texto, se retiraría de este proyecto testimonial. Esa es la verdad.Parece que no lo hicistes. Y también parece que los finaciadores o los que te contrataron de la Fundación Romero te apoyaron y ahora parece que se lavan las manos. Miguel ya no está para defenderse y por su enferdad no tuvo el tiempo para pelear por su dignidad e integridad, pero dejó amigos que le seguiremos y defenderemos su honor. Vos has ganado fama y protagonismo con este penoso asunto. El libro es posible que ya está impreso y nada se puede hacer. Mons. Urioste y la familia Martínez tampoco harán nada para que cambien las cosas. Pero las personas sencillas, los campesinos y las mujeres de las comunidades de base que conocieron a Miguel te interpelarán y te darán la lección que debes apreder para toda tu vida. Ya te darás cuenta...

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  21. Monseñor Romero lo dijo en vida; veo que pasan los años, y nada cambia. En sus homilías él lo llamaba fanatismo, y se refería a todos aquellos que, creyéndose progresistas, no son más que una mala réplica del fascismo con distinta simbología. Vos sos el mentiroso, Élmer, y difamador. Vos sabés que la escena que comentás sobre el abucheo a Quijano sucedió tal cual se narra. Tenés razón en que a Miguel no le gustó, esa parte fue la que más le disgustó de todo el perfil. Pero Élmer, no te equivoqués, que no le gustara a Miguel no significa que no ocurriera así. Si querés, te envío el audio de la entrevista donde él lo cuenta y los de los otros testigos con los que hablé que lo corroboran, aunque me temo que sería por gusto. Lo tuyo, Élmer, es cuestión de fanatismo.
    Vos tomás fotos, Élmer. ¿Me estás diciendo que si pactás varias sesiones con alguien para retratarlo porque un medio te ha pedido esos retratos, te concede el tiempo y vos hacés tu trabajo, luego el retratado te dice que ya no quiere salir porque no le gustan tus fotos, que se ve feo, vos dejarías de publicar ese material? Pues eso, Élmer. Los entrevistados, aquí y en China, tienen la libertad de conceder o no una entrevista, pero, una vez concedida, no son ellos los que deciden si se publica o no. ¿Qué tipo de periodismo defendés vos, Élmer?
    En cuanto al libro, tranquilo, Élmer, la historia de Miguel ya se ha excluido del libro. Es triste. Gente que se cree progresista, que se llena la boca de Monseñor Romero, ha logrado que se imponga la censura. Si Romero levantara la cabeza, creo yo que se avengonzaría de muchos de sus dizque seguidores, como todo ese grupito que está promoviendo la censura y los que abuchean a adversarios políticos, como bien señalaron monseñor Urioste y Miguel, que felicitó a Urioste por parar los pies a los que abuchean en nombre de Monseñor Romero. Pero no canten victoria tan rápido.
    Un punto a tu favor, Élmer. Al menos tenés el valor de no esconderte bajo la etiqueta de "Anónimo", como las dos o tres personas que han escrito el resto de mensajes difamadores y calumniosos pero que, por no ser yo un censurador como vos lo sos, no elimino de este blog.

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  22. Te encanta el morbo Roberto, ese es tu mundo, buen provecho

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  23. Su oficio de periodista.
    Permítame saludarle Don Roberto Valencia, veo que desde su blog se ha dado a la tarea de ir retratando a la salvadoreñidad, ¡muy bien por usted! ya que veo que en su país no se puede ganar la fama que desde aquí se está forjando. Este ejemplo suyo es muy parecido al que muchos otros compatriotas de su madre patria han venido a hacer a estas tierras latinoamericanas: llevar a cabo cualquier hazaña que le permita hacer méritos y con ello ganarse el mote de especialista y de esta manera figurar en un país, en el que no llegarían a ser tomados en cuenta debido a su mediocridad. Y que le quede claro que esto no es xenofobia, sino solo un señalamiento al abuso que muchos extranjeros como usted hacen sobre la idiosincracia y buenas maneras de tratar que tenemos las personas salvadoreñas.
    He leido varias de sus crónicas y sólo refuerzan lo que acabo de mencionar anteriormente, la búsqueda de fama, y sobretodo veo que le gusta escribir sobre temas polémicos, tal es el caso de Monseñor Romero, y ahora sobre una persona muy querida y cercana a la memoria del Pastor-Mártir y que recientemente acaba de morir: Miguel Cavada. Tan grande se ve que es su interés por promocionar el libro que está haciendo para el negocio de Monseñor Urioste y la familia Matínez-D’Aubuisson, la fundación Romero, quienes lo único que también hacen es forjarse fama y con ello expiar culpas personales y familiares. Qué bajo ha caido usted al mezclarse con estas personas al querer lograr su objetivo! Pero es obvio que el fin justifica los medios, y en este caso, como dice el refrán popular: dios los cria y ellos se juntan. Jaja. Pero vea señor Valencia, si hasta sus mismos entrevistados lo dice, y cito: “En la prensa rosa tendrías gran futuro, porque lo tuyo es entrevistar y contestar tú mismo, quienes hemos sido entrevistados por ti, lo sabemos, que te atropellas en contestar antes que dejar hablar a la persona entrevistada” y otra persona lo refuerza: “recuerda que no puedes poner tus conjeturas como palabras del entrevistado. No tienes moral y ética ni mucho menos tienes sensibilidad humana al ignorar la ultima voluntad de una persona”. Cómo lo mencionan estas opiniones en su blog, deje en paz la memoria de personas que verdaderamente llegaron a este país a trabajar sin buscar la fama y que siempre buscaron dignificar a las salvadoreñas y salvadoreños que desde las comunidades han buscado siempre la paz y la justicia social. Si en verdad es periodista (que en ese mundo de las comunicaciones abundan los que se mienten y engañan llamándose como tales y nunca pasaron de unos cuantos semestres de estudio), rectifique su error y deje de publicar esta entrevista que Miguel Cavada le pidió no ser parte de ese libro. Deje de ser un aprovechado y buscador de fama en este país. Y por cierto, le debería de pedir consejo a María López Vigil, quien hace muchos años escribío “Piezas para un retrato” y que es una mujer muy sencilla, con pluma y de quien veo está copiando la idea de su libro.

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  24. Señor Valencia, no haga caso de comentario negativo. Se notan el odio y la envidia en las palabras. Ya lo dijo el gran Goethe: "Sus estridentes ladridos sólo son señal de que cabalgamos". Ánimo, y no desespere. Estoy convencida de que a todos estos pseudodefensores de la ética que quieren evitar la publicación del libro se les caerá la cara de vergüenza el próximo 24 de marzo. ¿Dónde podré conseguir el libro?

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  25. Señor Anónimo del 3 de marzo de 2011 14:52, Roberto arriba comento que la historia fue excluida del libro, de paso usted busca lanzar acusar a Monseñor Urioste de hacer negocio, y entiendo que quiere decir que existe un lucro a costillas de la imagen de Monseñor Romero, mire, creo que se pasa, es posible que usted tenga diferencias con gente de la Fundacion o con el Mismo Monseñor Urioste, pero a mi me consta que no es una persona como usted la imagina, asi es que le pido, deje sus acusaciones en otro lado y para otro foro si quiere porque ese no es el tema, ya Roberto explico que la historia de Miguel Cavada no va en el libro, entonces porque insiste en acusaciones viscelares?, mas respeto por favor, no le rindo culto a las personas de sotana, pero cuando hable mal de un PERSONA como Monseñor Urioste, mejor mida sus palabras antes de hacerlo porque no le consta que el sea un hombre que se lucra de la imagen de Monseñor Romero, él trabajo a la par del mártir y usted de seguro no, asi es que mas respeto por favor.

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  26. Creo que ya es suficiente...seguro que Miguel que esta en el centro de esta rueda de acusaciones y ofensas no desearia que se siguiera con esto. Respetemos su memoria...respetemos su voluntad...creo que no es la mejor manera de recordar su trabajo y su entrega al pueblo salvadoreño...porque no tratamos todos de hacer las cosas mejor, de manera mas honesta, de ser mas tolerantes, de construir desde el respeto a las ideas,a las personas. Si Miguel no quiso que se publicara su entrevista no busquemos razones a favor y en contra...respetemos su voluntad y sigamos viviendo tratando de aportar cosas positivas para que la personas en este pais puedan vivir cada dia con mas dignidad...creo que esto es mucho mas importante.

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  27. La semblanza completa de don Miguel Cavada se publica este 24 de marzo en el periódico digital El Faro. Puede leerla (y despejar las lógicas dudas generadas por tanto comentario difamador) en este enlace:
    http://elfaro.net/es/201103/noticias/3808/

    Gracias.

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  28. La unica duda que habia era sobre tu capacidad de respetar la voluntad expresada por Miguel de que no se publicara la entrevista...tienes razon...la duda esta despejada...ahora queda otra...tu integridad como persona y periodista...

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    1. Hago mías las palabras del anónimo anterior.
      Sr. Roberto, Dios le perdone esa busqueda de notoriedad, a costa de alguna puñaladita en la espalda!

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  29. Amigos, quizás esta nota llegue a destiempo, pero quiero hacer un comentario que me pareció muy prudente después de haber leído este blog. Soy mexicano, vivo en Canadá desde hace 16 años, y hasta hoy, gracias a mis hermanos salvadoreños radicados aquí, escuché hablar de Dn. Miguel Cavada. Me gusta la poesía y me han pedido que diga el 'Poema de Miguel escrito para un amigo en marzo de 1995' durante la celebración que tendremos este domingo próximo dentro de la comunidad católica hispana en memoria de Monseñor Romero y de los que murieron antes, junto y después de él. Es por eso que estuve buscando información de Dn. Miguel en el internet. Yo no tenía idea de quien era Dn. Miguel, quien fue, que hacía o hizo o cual fue su legado. Tampoco entendía mucho del poema hasta que por medio de este foro me enteré de algunos datos de Dn. Miguel. Escribo esta nota, ya que sin tomar partido, agradezco a Roberto el habernos informado de una manera tan respetuosa, parte de la biografía de Dn. Miguel. Quiero reiterar que no hay mucha información en el internet de Dn. Miguel y que desconozco las razones por la que se le ataca a Roberto más que algunos comentarios que dicen que porque no respetuó su voluntad de no publicar esa entrevista... Por mi parte, no veo la falta de educación ni de integridad ni de principios del cual se le acusan. Al contario, agardezcamos que todavía haya gente que reporta cosa buenas y que llegan al corazón de las personas y que incitan a seguir un buen ejemplo. En este mundo al revés, lo único de que nos enteramos es de la maldad, las guerras, los chismes de artistas sin valores humanos ni cristianos. Eso sí que es noticia!!! Al contrario, escuchar y aprender de alguien que dió su vida por los demás es reconfortante... es escuchar una vez más el evangelio de Nuestro Señor. ¿Porqué esconderlo cuando por medio de la vida de Dn. Miguel se pueden encender corazones apagados?
    Que Dios les colme de bendiciones.

    Saludos de un hermano mexicano con muchos hermanos salvadoreños.

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    1. Gracias por sus amables palabras, estimado Anónimo mexicano, en especial por referirse al texto como "una manera de informar respetuosa". Así fue desde un inicio, y estoy convencido de que los familiares y amigos de don Miguel que en principio no lo entendieron así lo comprenderán más temprano que tarde. El respeto y la seriedad del perfil están fuera de discusión. Y este texto quedará como un homenaje eterno hacia su figura. Saludos.

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