domingo, 28 de noviembre de 2010

Desconfianza y corrupción en Zacatraz

La vida de Óscar está marcada por la desconfianza. En su trabajo nadie sabe dónde vive, y en su cantón muy pocos saben dónde trabaja. Habla lo justo, cambia constantemente las rutas de los buses que lo llevan a casa, sus días libres los pasa enclaustrado en familia, y su número de celular lo guarda como si en ello le fuera la vida. Óscar tiene una profesión que en El Salvador es de altísimo riesgo. Óscar es custodio en el sistema de Centros Penales.

Óscar en realidad no se llama Óscar, por razones obvias, y hablar con periodistas es un riesgo que nunca correría, pero a veces el azar brinda situaciones extrañas que salvan la desconfianza, y esta es una de esas. Estamos en el área rural, en un cantón ubicado a unos 45 minutos en carro de la capital, entre sacos de mazorcas de maíz sin desgranar. La pobreza se respira. Dentro de dos horas me iré con la sensación de que aceptó platicar sobre lo que ocurre en las cárceles sin más pretensión que diluir las culpas que ahora recaen solo sobre su gremio, señalado como el principal responsable de que entre todo tipo de ilícitos.

Que el sistema penitenciario salvadoreño es una bomba de tiempo es una frase tan trillada como indiscutida. Las cifras asustan: los 19 centros penales tienen capacidad para poco más de 8.000 personas y albergan a más de 24.000. Al hacinamiento se le suma la corrupción, que ayuda a que haya poderosas redes de distribución de drogas, de armas, de teléfonos. El resultado de este caos, está comprobado, es que desde las cárceles se planean y se ejecutan delitos. Aplica a todo tipo de crimen organizado, pero el caso más significativo es el de las maras: los palabreros (tomadores de decisión) de la Mara Salvatrucha y del Barrio 18 están encerrados, pero desde adentro mueven a sus soldados en el exterior para extorsionar y asesinar... (Este artículo puede leerlo completo pulsando aquí)

Fotografía: Roberto Valencia

4 comentarios:

  1. Hay cosas tan sencillas como bloquear las señales telefónicas en los penales, mejorar el salario y prestaciones a los custodios, ...pero no solo falta voluntad política, falta depurar a los políticos.

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  2. y no solo se trata de los custodios y los soldados mal pagados... También los que están "arriba" han de estar involucrados...

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  3. La de los centros penales es una historia triste, una vez Nelson mandela el lider Surafricano dijo que si uno quiere conocer la realidad de un pais se tiene que conocer sus carceles, y en nuestro caso con solo ir al ventro penal La Esperanza "Mariona" se comoprende mucho.

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  4. Me gustó mucho el punto de vista. Me alegro que sigás dando la dosis extra de un problema social

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